¡Desmontamos mitos y contamos verdades de la industria de reparación industrial!
Para celebrar el arte de la reparación, hemos creado nuestra serie de mitos sobre reparación destacando los problemas que han ido creciendo bajo la superficie del mantenimiento de la electrónica industrial. Nuestra creciente dependencia de la electrónica en algunas de las industrias más críticas: defensa, automoción, aviación, ferrocarriles, energía y fabricación de semiconductores, ha significado que en los últimos 20 años hemos visto a estos sectores pasar de sistemas mecánicos a sistemas altamente automatizados y configuraciones electrónicas complejas. Si bien el auge tecnológico ha abierto nuevas posibilidades, también ha creado una sociedad de desechos electrónicos, donde las empresas están convencidas de que es más barato y más fácil reemplazar equipos que repararlos, una idea muy vendida por los fabricantes ansiosos que impulsan las últimas novedades en los productos. Pero aquí está el problema: más electrónica significa más dependencia de los OEM (fabricantes de equipos originales).
Ahora que la obsolescencia es una realidad inevitable, las empresas quedan estancadas cuando las piezas ya no se producen, lo que las obliga a realizar actualizaciones costosas e innecesarias o a comprar nuevos sistemas, y con menos manos en el juego de las reparaciones, a medida que los técnicos calificados se van o se jubilan, la información errónea ha aumentado. Han crecido los mitos sobre los riesgos y la viabilidad de las reparaciones, creando un estigma en torno a la idea de que las reparaciones no son fiables o poco prácticas. ¡Pero estos mitos no podrían estar más lejos de la verdad!
Mito 1: “Es más barato reemplazar que reparar”
Si bien el coste inicial de establecer un departamento de reparación puede parecer alto en comparación con el de los reemplazos, la estrategia abarcará toda la vida útil de los dispositivos electrónicos y la inversión y los beneficios a largo plazo superarán con creces los ahorros iniciales comparativos del reemplazo.
Mito 2: “La reparación es demasiado lenta y retrasa las operaciones”
Reemplazar placas de circuitos electrónicos en aras de la eficiencia expone a su empresa a la obsolescencia. Los OEM han perdido en gran medida la capacidad de reparar sus productos y delegar la reparación de equipos heredados puede resultar costoso y con largos plazos de entrega.
Mito 3: “No vale la pena reparar la electrónica anticuada porque está obsoleta”
Muchos sistemas críticos dependen de dispositivos heredados y mantenerlos en funcionamiento suele ser más seguro y menos costoso que reemplazarlos. Cuando nos saltamos las reparaciones a nivel de circuito integrado, en realidad nos estamos preparando para actualizaciones y recertificaciones súper costosas más adelante.
Mito 4: “Sólo el OEM puede realizar reparaciones de calidad”
Depender de los OEM para las reparaciones puede generar largas demoras, altos costes y problemas sin resolver, ya que muchos OEM han subcontratado el diseño y el ensamblaje, perdiendo el control sobre las reparaciones. Desarrollar capacidades de reparación internas es más asequible y proporciona resultados más rápidos y fiables.
Myth 5: “Reparar tarjetas electrónicas no es respetuoso con el medio ambiente”
El «lavado de imagen verde» está en todas partes. Las empresas suelen afirmar que la nueva tecnología es «más ecológica», ¡pero el equipo más sostenible es el que ya tienes! Al elegir la reparación local e interna, reducimos el consumo de materias primas, reducimos los desechos electrónicos y reducimos las emisiones.
Mito 6: “Las reparaciones no durarán tanto como los reemplazos”
La fabricación de PCB en el mundo real no es perfecta, ya que la producción se extiende por todo el mundo. Desde diseños digitales en Bangalore y gerbers en Alemania, hasta ensamblaje en México y fabricación en China, hay mucho margen de error e inevitablemente las cosas saldrán mal.
Mito 7: “Las reparaciones anulan la garantía”
Muchos fabricantes de equipos originales mantienen a los clientes en la oscuridad, restringiendo las reparaciones y el resultado. Se desechan toneladas de equipos reparables, lo que contribuye a la creciente montaña de desechos electrónicos. Si a eso le sumamos el lobi, el desinterés del gobierno y la falta de educación, estamos en serios problemas.
Mito 8: “Reparar aparatos electrónicos no es seguro”
¿Sabías que los componentes electrónicos críticos de trenes y aviones se están reparando y reutilizando a gran escala?
Gracias a herramientas de diagnóstico de vanguardia, capacitación de expertos y estándares estrictos, ningún avión cae del cielo y los trenes siguen funcionando sin problemas.
Mito 9: “Es muy difícil encontrar repuestos”
Cuando las capacidades de reparación se desarrollan temprano en la vida de un activo, se establece un programa o estrategia de producción para el éxito. Al anticipar qué componentes se necesitarán más adelante, podrá planificar con antelación y evitar la obsolescencia incluso antes de que se convierta en un problema.
Mito 10: “Sólo especialistas altamente capacitados pueden realizar reparaciones”
Para hacer frente a los crecientes residuos electrónicos industriales, necesitamos un ejército de héroes reparadores. Sin embargo, las escuelas técnicas y las universidades dan prioridad al software sobre el hardware, lo que deja a las industrias con una escasez de técnicos de hardware capacitados. Esta falta de formación es una de las principales causas de obsolescencia y residuos electrónicos.